El aspecto más importante cuando se detecta que una persona padece una adicción es que se trata de una enfermedad. La persona que sufre la adicción no reconoce que está enferma y no es consciente del daño que se produce a ella misma, tampoco a las personas de su entorno. Un paso fundamental es buscar ayuda externa debido a que la persona afectada recibirá mejor los consejos de una persona ajena a su entorno, familia y amigos.
En el momento en que se consigue que un enfermo acepte que tiene una adicción, el próximo paso es recurrir a los profesionales que pueden ayudarle a superar la adicción. El objetivo de un tratamiento de adicciones no es sólo apartar al enfermo de la sustancia a la que es adicto, sino que hay que trabajar para que la persona se pueda recuperar y realizar una vida normal una vez tenga superada la enfermedad.
El proceso del tratamiento de adicciones empieza con la fase de la desintoxicación, donde se desvincula la sustancia del paciente y el paciente ya no consume. Para evitar posibles síndromes de abstinencia, el cliente puede recibir un apoyo de medicación regulado por un médico especialista en el tratamiento de adicciones.
Una vez completada la primera fase, el cliente empieza a identificar y modificar sus hábitos, empieza la etapa de la deshabituación. Con el consumo se adquieren actitudes y conductas que el cliente tiene que identificar para así evitar futuras recaídas. El objetivo de esta parte del tratamiento de adicciones, es su integración en su entorno familiar, profesional y social.
La tercera fase es la de rehabilitación. Se trabaja en cambiar los hábitos y las actitudes ante la sustancia que ha causado la adicción. El equipo hace una valoración de cómo mejorar las habilidades personas y sociales y se realizan terapias grupales y visitas individuales.
La última fase del proceso es la reinserción, donde se trabaja para recuperar la vida social del paciente, integrándolo de nuevo en su entorno de amigos y familia. En este punto también llega el momento de recuperar las responsabilidades i los compromisos laborales.
Mediante este guion, mucho trabajo y voluntad es posible abandonar las adicciones para vivir sin el peso de este tipo de enfermedad que tanto daño puede hacer sin que la persona se dé cuenta.
