Cada vez son más los jóvenes y adolescentes que empiezan a consumir alcohol antes de lo habitual. Una de las causas del consumo temprano de alcohol es la aceptación de esta droga legalizada por parte de la sociedad. Pero el motivo más significativo recae en la necesidad de participar en un grupo e integrarse en su entorno, se trata de una edad en que se le da gran importancia al círculo amistoso y el botellón se ha convertido en un sitio de encuentro para los jóvenes.
Este hecho ocurre tanto en grandes ciudades como en pequeños pueblos, donde decenas de jóvenes se juntan para consumir alcohol y otras sustancias como forma de ocio y placer.
El botellón suele producirse en fines de semana o antes de una gran fiesta, cuando el día siguiente los jóvenes no tienen que madrugar para realizar sus responsabilidades. Aunque la inconsciencia de la edad no le da importancia al consumo regular de alcohol en fines de semana, en ocasiones los botellones se convierten en la entrada al mundo de las adicciones para muchos jóvenes. La edad es uno de los grandes problemas de los botellones, muchos participantes nunca han tenido contacto con sustancias como el alcohol o el tabaco y es el contexto inicial para empezar a beber, fumar y consumir.
Debido a la manera en que los participantes empiezan a consumir alcohol, en un entorno con personas de su edad e intereses parecidos, las personas no tienen presente cómo funcionan las drogas y el peligro se ve distorsionado y reducido por sus actitudes.
En este tipo de reuniones es habitual que se produzcan comas etílicos entre los participantes, requiriendo atención médica urgente por los servicios de emergencia. Aunque el consumo de alcohol entre jóvenes, y sobre todo entre menores, debería estar controlado, muchas veces no es así. De esta manera es complicado detectar cuando una persona joven está yendo por mal camino y se está introduciendo en la adicción.
¿Por qué los jóvenes acuden a este tipo de reuniones donde se consume alcohol y otras sustancias tóxicas? Existen varios motivos, pero el más importante es el que hemos citado al inicio. La sensación de pertenencia a un grupo es muy importante en ese rango de edad, y terminan actuando igual que la mayoría por el simple hecho de sentirse uno más. Hablar con los menores y personas jóvenes es una de las soluciones más eficaces, con tacto y con ayuda de profesionales del tratamiento de adicciones es posible hacerles entender que el alcohol no es una droga cualquiera, y que las consecuencias pueden producirse a largo y a corto plazo.
